MANIFIESTO DEL 15 DE MARZO: EL CONSUMIDOR ANTE LA CRISIS.

En 1983 la ONU instauró el Día mundial de los Derechos del Consumidor coincidiendo con el 15 de marzo, fecha de un clarividente discurso del Presidente Kennedy en el que se resaltaba la importancia de los consumidores como grupo organizado.

“Por definición, consumidores somos todos. El de los consumidores es el grupo más grande del sistema económico, se ve afectado en casi todas las decisiones económicas, públicas y privadas. Sus gastos representan las dos terceras partes de los gastos económicos totales. Sin embargo, es el único agente económico que no está organizado de manera eficaz y cuyas opiniones a menudo no se tienen en cuenta” (J.F. Kennedy, en el Congreso de los EEUU el día 15 de Marzo 1962.)

En estos tiempos en los que la crisis económica lleva a los gobiernos a revisar algunos de los pilares del Estado Social que inspiraba el diseño del proyecto europeo, se hace necesario más que nunca que la voz de los consumidores sea escuchada.

Los consumidores y las asociaciones que nos representan no podemos permitir que el contexto de una grave crisis financiera se convierta en un pretexto con el que el legislador trate de justificar una desregulación del mercado que sólo puede traer consigo más desprotección para los consumidores.

Si de por sí nunca han funcionado correctamente los controles previstos para garantizar esos derechos (y basta recordar los casos de las inversiones en bienes tangibles, y los llamados “chiringuitos” financieros), la reforma del sistema financiero y la aparición y proliferación en los últimos meses de productos de alto riesgo, unido a la falta de transparencia de los bancos en cuanto a la información facilitada a los ahorradores, son el caldo de cultivo para nuevas situaciones de abuso.

Desde las asociaciones de consumidores aprovechamos este día para insistir en la importancia del movimiento asociativo, única forma de garantizar los derechos de nuestro colectivo frente a las presiones de otros sectores económicos mejor organizados y con más poder.

En momentos de crisis económica el discurso de J. F. Kennedy, resulta más actual que nunca.

Hay que recordar que los consumidores no somos los responsables de esta crisis. No fueron los compradores quienes provocaron la “burbuja inmobiliaria” (sino los bancos y las promotoras), no han sido los ahorradores los responsables de la crisis financiera (sino los especuladores),… por lo tanto, la salida de la crisis no puede justificar un recorte de los derechos de los consumidores, sino, al contrario, debe acompañarse de medidas legislativas que instauren garantías adicionales que eviten nuevas y previsibles situaciones de abuso, y que implementen las que ya existen sobre el papel.

La crisis económica es un “río revuelto” para pescadores avezados. Los abusos proliferan frente a situaciones de más necesidad. De ahí la importancia del papel que deben desempeñar las Administraciones públicas y todas las instituciones implicadas en la defensa de los derechos de los consumidores.

Nuestra Constitución garantiza en su artículo 51 que los poderes públicos deban garantizar la defensa de los consumidores y usuarios, proteger su seguridad, salud e intereses económicos, promover la información y la educación de consumidores y usuarios, y fomentar las organizaciones de consumidores y usuarios y las oigan en lo que pueda afectar a éstos.

Y todo esto, en tiempos de crisis, es más necesario que nunca.